El otoño es una estación amada y odiada al mismo tiempo. Es el tiempo del desapego, cuando la naturaleza deja ir lo que ya no precisa para prepararse para el invierno. Así, amamos los colores otoñales, pero a la vez percibimos el otoño como el tiempo de lo caduco, del desapego, de la nostalgia… y eso en muchas ocasiones nos cuesta y nos genera rechazo.

Nuestro ser está constituido de las mismas energías del planeta, así, tenemos nuestras propias estaciones internas, y el otoño no es una excepción. Relacionarnos saludablemente con cada estación nos permite tener una relación sana también con nosotros mismos.

El conocimiento de la Gran Tradición Energética China, nos ofrece una profunda visión a este respecto, y nos muestra que en nuestro cuerpo habitan las mismas energías que en el cosmos, pero en un estado energético más denso. Así, todo lo que sucede en nuestro exterior tiene su correspondencia en nuestro interno. La estación del otoño se relaciona con lo que en la teoría de la medicina China se denomina el movimiento metal. Es una energía que se relaciona con la orientación del oeste y que tiene que ver con nuestros pulmones y nuestra piel, nuestro intestino grueso, nuestros sentimientos de nostalgia y de recuerdo del futuro, entre otros aspectos.

De la mano de esta Antigua Tradición, en este seminario de danza sanadora vamos a trabajar, a través del movimiento intencionado, diferentes formas de reconciliarnos con nuestro otoño interior. Mover nuestro cuerpo con determinada intención, bajo determinados sonidos y orientaciones nos puede ayudar a conectar con nuestras energías internas, descubrir la inmensidad de lo que somos y, por tanto, amplificar nuestra consciencia. Te invitamos a unirte a nosotros y descubrir la belleza de tu propio otoño interno.